lunes, 16 de diciembre de 2013

Evasión

Estar sin estar en esta realidad subjetiva, despertando del sueño del que crees despertar y afirmando con seguridad que vives tu vida. De los sentidos te fías, meras conexiones neuronales que bien podrían estar provocadas por agentes externos que podamos desconocer. En nuestra ineptitud pretendemos explicar el todo del que somos una parte absurdamente insignificante, intentamos llegar a la esencia de las cosas, la cual se nos escapa con aire burlón, sin embargo quien más se acerca, más consciente es del sinsentido que es la vida en sí. Creemos que haremos cosas importantes, que cambiaremos el mundo en el ámbito que bien sea genéticamente o prácticamente mejor se nos dé. Buscamos la igualdad, la justicia, el respeto, el equilibrio, la revolución...para hallar la paz, convivir sin destruir ni matar, solo para construir en todas sus vertientes.

Esta dimensión en la que todo es real. Y yo me río. Me río a la vez que admiro la capacidad del ser humano de afirmar lo inafirmable con tal de no tener que cuestionar el mundo que les rodea. Creer que somos importantes en cuanto a la supuesta existencia en sí se refiere, es caer en un error garrafal, pero si tenemos plena consciencia de esto entraríamos en una profunda depresión de la que la inmensa mayoría no podrían salir, entonces habría un genocidio de suicidios en masa y eso no nos interesa, está claro. Así que el ser humano en su ignorancia es inteligente, porque el hecho de ignorar asegura nuestra supervivencia aunque esa supuesta inteligencia esta completamente ausente en ese afán de poder que nos hace ser incapaces de convivir con nuestro entorno natural, ya no hablemos de convivir con otros animales o seres de nuestra misma especie. Parece que obedecemos inconscientemente a unas órdenes ajenas de autodestrucción siendo insaciable nuestra sed de poder y dominio, para que cuando nos hallamos dado cuenta de la misma sea demasiado tarde y nuestra especie este en peligro de extinción.Por tanto ¿es el ser humano en realidad inteligente? Pues relativamente, depende de lo que cada uno entienda por inteligencia, diría que tenemos el afán de superación y poder más grande de todos los animales del globo terráqueo, de ahí que ocupemos el supuesto primer puesto en la cadena ''alimenticia'', aunque tengamos el mismo nivel trófico que una anchoa...curioso.

Pero que mas da todo eso, que mas da los valores, la motivación, construir o destruir...si ya de serie somos seres autodestructivos que luchamos por no serlo. La mera inteligencia es autodestructiva, el ignorante es feliz si no le hacen daño psicológico claro, ellos no se torturan mentalmente y los que no lo son y les han hecho daño son los peores, en su propio agujero de inseguridad y afán por ayudar terminan arrastrando al hoyo en el que están a la gente que les importa inconscientemente, para no sentirse solos, porque el ser humano es un ser social y necesita compartir su mierda. De estos sujetos en cuestión hay q apartarse, pero los menos egoístas evitarán arrastrar a nadie que precien a ese lugar recóndito de tortura y sufrimiento de la mente en cuestión. Son meros puentes que a pequeños sorbitos ayudan, cual droga, en pequeñas dosis mejora tu salud, pero si te enganchas...si te vuelves adicto estás perdido, te puedes sumergir en una espiral de locura y desesperación de la que cuesta salir y a veces, hasta es imposible, pero todo es cuestión de echarle narices cual Renton en Trainspotting y seguir adelante, que de todo se aprende, aunque en realidad no tengamos la posibilidad de aprender o no si existe la realidad siquiera. Dicho queda.



jueves, 10 de octubre de 2013

Diálogos de silencio

Mudas palabras en un acto escrito sin tinta; diálogos de silencio.
No habrás de dudar, entre la penumbra estará lo que has de buscar,
tras el miedo banal lo hallarás, mas en otra dimensión creerás estar;
suspira, respira, sonríe y mira, nada es suficiente y suficiente es nada.

Lo bueno se acaba, pero has de empezar sino no hay nada que terminar
y si no hay nada bueno que terminar, cosas malas encontrarás.

Un pellizco quizás te haga despertar y si duele no tienes porque soñar
pero ¿quién dicta la realidad? Relativa, subjetiva, cautiva de cada ojo,
cada cual un mundo por mostrar verdadero o no pero un mundo existente.
Demasiado existe, mas has de saber que tan solo una idea en tu mente es.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Pestañeo de pólvora

Luces y ruidos, señalan año tras año, el principio del fin, el final del comienzo de una etapa, una era por pequeña que sea, en este caso curiosamente significativa, pero el inicio de una mayor, en pocas palabras mejor, eso parece. Ahora solo importa la vista y el oído que anuncia nuevos estallidos de colores, nada importa aquí y ahora el tacto, si acaso el olfato; huele a pólvora, me gusta. Aparto de vez en cuando el ojo del visor y observo con ambos los fuegos, no hay conversación, no hace falta, solo el clic del sensor de mi cámara rompe ese sonoro silencio tan solo interrumpido por el estruendo de un petardo o una ovación por parte del expectante público de todas las edades, la carretera cortada y gente sentada en la misma, yo inclusive.

Me giro y veo caras llenas de ilusión con bocas entreabiertas, desde el más pequeño al más mayor, como en un cine en el momento de esplendor -en cuanto a derroche económico se refiere- de la película, solo que en este caso, algo más barato, aunque en realidad podríamos ahorrarnos los fuegos, las fiestas, estamos en crisis hay recortes y la educación y sanidad se están privatizando mientras nos aconsejan tomarnos una 'relaxing cup of café con leche'. Pero la ilusión no se compra ni se controla, la esperanza y despreocupación que se ve en las caras de decenas y decenas de personas durante casi media hora, merece la pena, creo, que hasta hace falta volver a ser unos niños pequeños por un rato, con la única preocupación de no pestañear en la traca final, así que no pestañees y abre un poco la boca para no tener que hacer una futura visita a Gaes.


lunes, 9 de septiembre de 2013

Fantasmas sin corcho

En otra vida aparentemente remota, entre el verde brebaje bohemio reí
también enloquecí en delirios, bailé en psicodelias y lloré entre tormentas.
No había expectativa alguna pero he de decir que no vi hada alguna;
tampoco podría recordar ya que no estoy segura de si fue sueño o realidad.

Ahora el cristal que le daba forma yace por error a piezas en un contenedor,
solo queda el cartón que lo contenía y mi pregunta es; ¿reciclamos pues?
La bonita botella descansaba en una estantería y su corcho contenía fantasmas
al romperse, esos espectros de anís mentolado corrieron libres por mi mente.

He tenido arcadas de felicidad y resacas de realidad a grandes dosis
es curioso pensar qué botella ha usurpado el puesto de la bebida francesa
e irónico que un pasado tan aparentemente lejano la prefería al licor alemán.

Cuando imaginé en como se había hecho añicos la vena de mi sien palpitó
cuando me hube calmado contemplé el rincón vacío, lleno de polvo,
sin pensar siquiera a los segundos ese hueco estaba ocupado, sin cartón.

Pensé entonces en que el cristal es una buena celda para los fantasmas,
amortigua sus voces hasta volverlas mudas pero gritan al hallarse sin corcho
y si hay más alegría que tristeza entre sus delicados vidrios se hace notar
cobró pues, más fuerza la idea de las firmas aparentemente un vanal sinsentido.

Cuesta rechazar objetos vinculados a recuerdos, por ello la oscuridad
y el polvo se hará cargo de la caja contenedora de la bebida bohemia
que encontró una mejor sucesora, sin lágrima alguna y con algún licor aún.
Así que, RIP a la supuesta hada verde de dicho embotellamiento. Sigue al ciervo.

martes, 3 de septiembre de 2013

Ventrículas auriculares, ventriculares Aurículas

Evítalo, apártalo, empújalo hacia un precipicio de afiladas rocas porque te bloquea, hace que te falte el aire y colapse tu raciocinio. Pero por mucho que muera una y otra vez deja mella dentro, sí, dentro, en lo más hondo, aun así ganas la batalla, pero ¿cuándo es el fin de la guerra? ¿quiénes son los buenos y quiénes los malos? Quizás este en el bando equivocado, quizás sea una supuesta expedición y no debería cooperar. Por eso con el semblante calmado estáte alerta, no te confíes, nunca. Piénsalo porque pensarlo y sentirlo son cosas diferentes, muy congelado ha de estar esa víscera con aurículas y ventrículos para ser un subordinado del supuesto seso que no sexo (aunque en algunos individuos/as parece que han hecho un intercambio).

Cuando no ganas la batalla o estás a punto de perderla te sientes débil, con una carga, sin palabras y una voz (metafóricamente y si la oyes de verdad, mal asunto) que probablemente sea un pepito grillo maltrecho, escuchimizado y cochambroso (hablando mal y pronto en el dialecto yayil) susurra a tu oído con aliento de THC y destilando radicales de OH, susurra; no llegues a mí para conseguir esos opuestos. Después esta el pepito grillo de punta en blanco que tiene una puta de banco pero eso ya es otro cantar.

Así que rompe la barrera del sonido y deja oír una palabra, cruza un océano para dejar verter una lágrima y serás libre para liberar una sonrisa con el gesto más insignificante. La peor guerra es contra ti mismo/a, tu propio interior  pero cuando ganas una batalla te sientes invencible, imperturbable, fuerte. A veces, después te sientes el ser más estúpido del planeta por autodesobedecerte. Ese núcleo ventricular es un rebelde, es EL rebelde, la resistencia a lo ''racional'', sin embargo su completo liderazgo se convertiría en una anarquía y no creo que nadie este preparado para yupilandia, tampoco es propio del ser humano, por tanto, esa guerra ¿se termina algún día? No creo, pero quizás ahí se halle una de esas chispas. Y todos sabemos como termina la frase.

sábado, 10 de agosto de 2013

10082013

Hoy hace 22 años que nací. He interpretado muchos papeles en mi vida de hija, hermana, amiga, novia, tia, alumna, profesora, socorrista, cámara...he llorado de dolor y felicidad, pero hasta este año nunca me había sentido tan plena, tan yo misma y eso es gracias a vosotros. Siempre he permitido que me hicieran hacer sentir como la ''rara'', por mis preguntas sin respuesta o la forma de ver las cosas, no lo sé, pero he sido estúpida, mucho, sin embargo he evolucionado, no cambiado, sino ampliado horizontes. Hace un año apenas hubiera imaginado ni la mitad de cosas que han pasado, que pasan. Quizás sea eso lo que me haya vuelto hacer sonreír, no hay que subestimar la capacidad que tiene la vida para sorprendernos cuando vemos un horizonte sin sol.

Suelo ser una persona pesimista, pero me gusta llamarme ''realista'', aunque a veces es inevitable ser optimista y sé que es extraño decir esto, pero ¿qué no lo es? Lo ''normal'' es relativo, en realidad, todo lo es, el conocimiento absoluto escapa a nuestro intelecto, pese a ello, no esta de más indagar, preguntar y aprender, en este año he tenido probablemente las conversaciones más interesantes que recuerde, horas y horas hablando sin descanso y teniendo que parar por puro agotamiento o algún deber. Digo este año, sin embargo no llega al mismo y parece que han sido varios, otra vez se puede hacer uso de la relatividad, en este caso del tiempo ¿quién dice que no hayan pasado años? Un minuto puede parecer una hora mientras esperas en la consulta del médico y una hora un minuto cuando estás con quien te gusta. La dimensión del tiempo...pero el tiempo no existe como creemos que lo hace, solo que tenemos que cuantificar, mas no tiene unidad de medida, como diría Pepperel Motague, lo que no se puede medir no se puede gestionar, por tanto lo que no se puede medir, no existe físicamente, como el tiempo. Básicamente queremos medirlo para intentar controlarlo, pero no podemos. En cualquier caso cumplo dos décadas y dos años del tiempo que creemos conocer y controlar y me siento más libre de lo que probablemente nunca haya sido, aún hay algo, que quiero expresar, siempre hay algo, pero a lo que me refiero ahora es a otra cosa.

Suerte lo llaman, puede ser, quien sabe, pero quienes habéis estado y estáis ahí a diario sabéis quienes sois y el por que os quiero, sois absolutamente geniales, juntos, cada uno en su momento me habéis dado a conocer una parte de vosotros, hecho reír a carcajadas y aprender a quererme un poco más, miro desde otras perspectivas y he recordado cosas que había olvidado, no sois perfectos ni somos iguales, para nada, pero es lo que hace interesante debatir, ya que cada persona es individual y no hay otra exactamente igual, pero supongo, que en el fondo hay algo común, esa alma de artistas debe ser. Y tú, también sabes quien eres, no hace falta que te diga nada porque ya te lo he dicho todo, para ti no me callo nada salvo lo que solo se queda en mi cabeza, sin ti las cosas no terminarían de ser como son y existiría un vacío, que curiosamente llenas y lo sabes.
No suelo decir estas cosas, pero a veces todo lo que acabo de decir lo intento expresar con un abrazo, quizás no alcancéis a imaginar lo mucho que os aprecio y que me importáis, habéis hecho de este, el cumpleaños más especial de mi vida (el no y el sí xD), nunca dejéis de ser como en realidad sois.

Es cierto que me remito mucho más a los hechos que a las palabras por experiencia, pero hoy igual no están de más, no sé que veis y ves en mí, pero sea lo que fuere, no quiero que se vaya. Sospecho que este va a ser un año curioso, tengo ganas de gritar, hacer fotos, grabar, pintar, dar muchos abrazos y besos, investigar, leer, quiero hacer muchas cosas a la vez y me colapso, pero me he redescubierto y este año me ha servido para pensar, aclararme y conocer a personas que tengo el presentimiento que han llegado para quedarse. Disfruten el momento todo lo que puedan porque al fin y al cabo, no sabemos cuándo ni si se dará una contracción del universo y un Big Crunch y muramos todos o retrocedamos en el tiempo o bueno, quién sabe ¿no? Así que carpe diem.


lunes, 22 de julio de 2013

Buenos días

La chica que fuma a pocos minutos del amanecer observa como una ceniza de su cigarro se eleva y es llevada por el aire. Todos los días la luz de su habitación se apaga cuando los pájaros empiezan a cantar, puede que le haya empezado a dar miedo la oscuridad, aquella que tanto parecía adorar. Hace más de un año que sigue el mismo ritual, en el fondo no le gusta fumar, sabe que mata, le deja sin voz, sin embargo nada le hace callar, excepto esos momentos antes de que salga el sol. Me pregunto que pensará, quizás se halle en ese lapso mental en el que te colapsas y piensas en todo a la vez que en nada. Tiene expresión cansada, parece que espera a desvanecerse para irse a dormir, su luz es la última en apagarse siempre en el vecindario, búho rebelde.

Con calma se desnuda y se pone una camiseta tres tallas mayor que la suya, suspira y baja la persiana, poco a poco. Ya se cuela unos débiles rayos de sol por las rendijas que no se cierran. En esa penumbra se sienta en la cama y balancea los pies como una niña pequeña, aún recuerda por qué le dio por fumar, le hace pensar las cosas, le tranquiliza. Es consciente de cómo se llenan sus pulmones de antigua deportista de humo, pero ya se desintoxicará, o no, quien sabe. Cuando llega a ese grado de agotamiento alcanza un sueño muy profundo del que si sueña algo malo o bueno no lo recuerda, mejor así. Está bien, se podría decir que es feliz, pero a la vez hay algo que no termina de encajar, esa sensación mengua con el tiempo, en realidad le sorprende su capacidad de recuperación; ya no llora. Ahora se suele quedar con la mirada perdida, pero no vacía o puede que sí. A veces, muy pocas en realidad, alarga un abrazo más de lo normal, nadie ve su cara cuando la abraza, mejor, es su medicina, eso y el sueño, que ahora le susurra al oído con voz tenue. Un sorbo de agua, otro más pequeño y se tapa, no hace frío pero se tapa, se hace un ovillo y se acomoda con su almohada; buenos días ave nocturna.

jueves, 18 de julio de 2013

Prohibido mirar sin ver; oír sin escuchar

Devoro con la vista palabras en tinta, ecos interminables,
ansío un desenlace inequívoco pero renuncio a un final.
Saboreo hechos imaginarios, historias reales.
Escucho, siento y alcanzo a ver la voz
tonos y sonidos son, juntos mundos infinitos
dibujados en aire o celulosa, chispa de la vida.
El papel los hace inmortales, el sonido fugaz
distinto encanto, siempre complementarios.
Oda a lo que nos hace humanos, peculiares, antinaturales
pues no es natural cuestionar sino simplemente actuar;
nacer, crecer, reproducirse y morir; peón inherente.
Somos torres y alfiles jugando en el mismo ajedrez biológico
solo halla la perspectiva para adoptar el papel reina.

Raros nos llaman, locos, antisociales, revolucionarios
no importa, grítalo con afonía hasta nada, solo grita.
Falsa felicidad basada en la mas profunda ignorancia
tengo hambre de saber, preguntar, debatir, leer, escuchar
nueva evasión retórica con tacto a hierba y arena sin pisar.
Inéditos mundos etéreos recónditos, ocultos con recelo
esperan pacientemente en el silencio de la oscuridad
no aguardan a ser descubiertos, solo se hallan presentes.
Su existencia se basa en la nada y en absolutamente todo
ocasionan escalofríos, medias sonrisas o hasta alteran vidas.
Depende de las decisiones, abrasadas por un sol irracional
sus sombras alargadas acechan la cordura, ¡estúpida infame!
Esa desconocida tan conocida, incrédula y despistada.

martes, 16 de julio de 2013

Enajenación em Galiza

Por dónde empezar, qué decir, cuando no hay palabras para expresar, para hablar. El sonido de las olas aun esta en mi cabeza, el viento y el tacto de la arena, me podría quedar horas así, tumbada sin pensar nada y pensándolo todo aunque tenga los ojos cerrados, sintiendo tu presencia a mi lado. Entristece saber que no nos fijamos ni en la mitad de cosas que vemos, pero en ese momento la vista estaba sobrevalorada, no hablo de sonidos, sino de tacto. Tanto que ver que al final te colapsas y simplemente solo puedes tumbarte y sentir...sentirte pequeña, sentirte una insignificante porción del mundo pero importante cuando abres los ojos. Volver a ser una niña y observar todo como si fuera la primera vez, sabes que no lo es, tu subconsciente lo sabe, pero da lo mismo, es tú mundo y no te apetece compartirlo en ese momento. Recordé como había aprendido a atarme los cordones, doble nudo, lazada, nudo, pero apareces tú, me besas y se me olvida como seguía, entonces pienso que fue absurdo haberme encerrado en mi mundo pero a la vez era inevitable, por eso es y será especial pero no sabría como describir ese beso, sería injusto intentar hacerlo, quizás me entiendas.

También quise morir y solo el fuego me salvó. Pentagramas celtas sonaban dentro de mí, ajenos al resto de personas que observaban las llamas sin mirar, puede que pensando en sus dilemas morales o en dudas existenciales, puede que en nada, no me importaba, la música sonaba para mí y las chispas bailaban contándome una historia medieval o más bien ancestral, no sabría describirla exactamente pero captó toda mi atención, nada más importaba. Era un protagonista y un antagonista, sin género, clase social o algo que se les caracterizara, podrían ser hasta plantas o entes, solo sé que uno brillaba, era alegre, optimista, soñador con sus altibajos, a veces encabezaba la marcha de llamaradas destacando por encima del resto, otras veces era absorvido por la negrura del antagonista, succionado hasta las brasas sus sueños se tornaban turbios y la música se volvía menos acompasada, haciendo que quisiera retirar la mirada de la escena, pero mi intento era en vano, estaba hipnotizada. Me puedo imaginar de qué iba la historia, mi cerebro ha olvidado los detalles y solo me ha dejado la sensación indescriptible, desconcertante, pero algo ha cambiado.

Creer que no puedes más es un pensamiento estúpido, siempre puedes, aunque no lo creas, a veces hay que apagar ese interruptor, aunque el mío puede que necesite un electricista pero se me olvidó cuando me metí en el mar y repetidas veces las olas me tumbaron, puede que mi interruptor haya muerto electrocutado. Es increíble la fuerza de la naturaleza y vergonzoso como destruimos todo lo que no nos destruye, adaptarse no es quemar ni aplastar. Después de unos días incomunicada en el bosque y playa, odio el sonido de la tv, de los relojes, el olor de la gasolina me mata y el pitido de las puertas del metro al cerrarse me parece de lo más estridente que haya oído nunca. Me gusta Madrid, pero no tanto como pensaba, eso es todo.

El mayor temor al volver a miña terra era el reencuentro de la chica que era años atrás al pisar la misma costa que ahora. Tenía miedo a decepcionarme más de lo que ya hago, también cabía la posibilidad a que ese reencuentro no se produjera, pero era una esperanza muy pobre. Se dio y pensé, quizás más de lo que debería al observar como siempre he hecho la fugacidad de mis huellas en la arena, enseguida borradas por la marea, nunca me ha disgustado este hecho, pensaba que podría llegar a la orilla que quisiera sin que nadie me siguiera, podía ser libre, aunque cuando fui creciendo comprendí que el no dejar huella podría tener un significado menos cautivador y se convirtió en uno de mis mayores temores, el morir sin haber dejado huella en nadie ni en nada, entonces, en un determinado momento pensé en hacer algo por lo que se me recordara aunque al fin y al cabo comprendí que todo es un conjunto por lo que se te puede llegar a recordar, un conjunto de hechos, de fotos, de palabras, de pigmentos...

Deliraba entre el ayer y el hoy, entre la libertad de no poder ser seguida a la tristeza de perderme en mí misma y no poder volverme a encontrar, andaba por andar, por inercia sin importarme la vuelta, por no llegar a la conclusión de qué pensaría el ayer del hoy, estaba perdiéndome, entonces, apareciste y tras vacilar un poco, te abracé; se me olvidó si me importaba o no lo que el pasado opinase del presente.

Las horas pasaban y el tiempo no importaba, la gente camina despacio, con tranquilidad, como si hubiesen olvidado que en el fondo están muriendo a cada paso que dan, pero qué más da, ¿se vive mejor más rápido? Definitivamente no.













jueves, 4 de julio de 2013

Ganas de calle

Madrid, es diferente, nunca duerme y menos en estas fechas. Todo empieza con un ''creo que me voy a quedar un rato más'' acto seguido te encuentras con extranjeros que te hablan de postres raros, extraña pareja de amigos compuesta por un francés y un musulmán en la puerta del Sol, el reloj digital no el analógico, no estaba ahí, pero es de una Canarias invertida. Háblame de la vida, de lo que estudias, piensas, háblame de música, de comida, de política, agota los temas, exprímelos, que me iré con mis tortellinis crudos a otra parte, a hablar con intentos fallidos de estrella de rock, con solteronas de despedida de soltera que te sonríen de oreja a oreja, con travelos que han aguantado toda la noche con sus tacones y ya no pueden más, con gente que no ves de hace meses, ofrece tortellinis y observa la reacción de la gente, es como todo, hay quien come con gusto y hay quien lo hace a disgusto, pero todos comen y los que no, no saben lo que se pierden.

Siéntate con desánimo a observar la media hora que le falta a tu bus y descubre una buena conversación  con el desconocido de al lado mientras observais como una moto derrapa y vuelca como si de una pluma se tratara, después sube al bus y encuéntrate con quien menos esperabas, quedad en llamaros. A menudo me refugio en que soy de Vigo, pero Madrid es mi cuidad, hoy soy optimista, estoy encantada con la gente, no pretendo ser irónica ni metafórica, solo hablo con sinceridad, que buen ambiente, que genial puede llegar a ser la gente, porque todos y cada una de esas personas en su inmensa mayoría desconocidos tienen una sonrisa amable si les tratas con respeto, hay quien cuenta tetas en vez de cabezas, bueno, ríete y pasa del tema y si el resquicio de los tortellinis no terminó donde esperabas, ríe, ríe mucho, porque quien no sabe encontrar la risa, risa me da.

miércoles, 3 de julio de 2013

Rendija lunar

Una línea más. El cigarro se consume y lo observo como una imbécil. Nada es eterno, pensé que sí, pero me he sorprendido con la facilidad con la que paso página. ¿Quién es la chica que me mira en el espejo? De no saber que hace unos instantes me he parado en frente de un escaparate con los cristales asombrosamente limpios, probablemente no lo sabría. Insensible, hace un rato quería llorar, ahora simplemente...estoy. Me había parado en ese viejo banco donde tantas risas habían sonado antaño con aquellas personas que pensaba que estarían para siempre, pero las cosas cambian. Ahora estoy de pie, mirándolo, no se ha movido ni un centímetro, la lluvia ha hecho mella y el viento ha sido su cómplice, no he podido sentarme, no sé como hubiera reaccionado si lo hubiera hecho y había gente en la pequeña plaza, pero nadie se sentaba en ese banco. Simplemente al llegar me había parado en seco, quedaría muy bonito decir que una lágrima se deslizó por mi cara y se la llevo el mismo viento cómplice del deterioro, pero quedaría hipócrita aunque no surrealista, en realidad si no hubiera andado ni fumado lo suficiente probablemente hubiera pasado.

Lo echo de menos, claro que lo echo de menos, soy de las personas que no pueden evitar que ciertas personas le marquen, siempre serán parte de mí, por tantos momentos compartidos, es curioso, porque a la larga es eso lo que te queda y duele más (reitero, a la larga), perder una amistad que una pareja. Igual es menos intenso y falto de atracción física, pero es lo que lo hace más bonito, desinteresado, especial. Y probablemente piensen que me da igual, me alegro de tener esa fachada, algún día, quizás con los años se descubrirá que a mí esas cosas nunca me dan igual. Pienso más que actúo, pienso en teclear esos números que me sé desde que tenía siete años, preguntar qué tal te trata la vida, cuáles son tus sueños ahora, si desistieron o cumplieron los que tenian, pero hemos tirado por caminos diferentes, quizás puede que ni nos llegáramos a comprender. Un buen amigo no hace mucho me dijo que la amistad no deja de existir, simplemente se toma descansos que pueden durar años o hasta la muerte. Pensar eso reconforta, algo. Pero duele. Duele haber sido estúpida y duele que la mayoría de la gente no opine como mi amigo.

Es como si años y años de mi vida fueran tirados al olvido, ya que nadie más podrá corregirme o corroborarme esos recuerdos, ya no sabré si algunos tan solo eran fruto de mi imaginación. Particularmente no lo entiendo, en mi vida solo le he dado la espalda a una persona por ser extremadamente hipócrita, pero yo no soy así, la sinceridad la valoro, las disculpas también, aunque no olvido, pero tampoco me vengo, soy así. Supongo que a ciertas personas debí haberles pedido disculpas, pero, no tenía fuerzas, simplemente se me juntó todo y ahora, ahora paso por delante de esa urbanización, de ese banco, de esa fuente y...estoy. Me quedo mirando como una idiota, preguntándome quién soy. Antes estaban esas personas que desde hacía tantos años me conocían para decirme tu no eres así, eres mejor y no sé si sería mejor o no, pero en muchas cosas no se equivocaron y debí haberles hecho caso. Algún día les daré las gracias. Pero también es cierto que al menos una persona se ha quedado, ha vivido mis lamentos y me ha conocido antes y después de saber quién era y quién no. ¿Se queda quien lo merece? Pues sí. Entonces que poco me merezco; no. Prefiero un amigo sincero que  esta ahí pase lo que pase a diez que solo esten en las buenas. Aun así no puedo evitar preguntarme por qué. Quizás la gente no tiene tanta paciencia o no quiere tenerla.

Pero no me puedo quejar, cuando más sola estaba aparecieron las mejores personas que había conocido hasta la fecha y sin casi conocerme me tendieron su mano. Aun no lo entiendo, quizás se hayan engañado, no puedo evitar pensar que no lo merezco, pero no por la idea que tenga de mí, a parte, sino por la trayectoria de mi vida, sé que pensar así no lleva a ninguna parte, martirizarse por un pasado es absurdo, puede que fuera inevitable que mi camino se separara del resto, al fin y al cabo nunca me sentí parte del grupo, siempre me andaba preguntando ''cosas raras'', cosas que niñas de 13 años no se plantean, quizás porque en el fondo saben que no hay una respuesta ¿y qué? Nunca he entendido ese punto de partida, a mi me parece inevitable pensar en más cosas a parte de estudios-amor, estoy segura que la bala perdida que lea esto si ha llegado hasta aquí también. 

El pasado constituye quienes somos ¿y si lo que somos no guarda mucha relación con nuestro pasado? O sí, pero las historias se suelen repetir, mi gran error es pensar eso en darle un porcentaje más alto del que en verdad tiene a ese ''suele'' para mí es como un casi siempre, cuando en realidad sé que racionalmente es un simple ''puede'' lo sé, aunque no lo parezca y llegue a dramatizar si que lo sé. Pero el pasado es lo único seguro que tenemos precisamente por eso, porque es inalterable, esta fijo, inamovible, a veces me aferro con demasiada fuerza a esa certeza y la vinculo con el futuro, después abro los ojos y veo esa rendija en la persiana por la que se cuela la débil luz de la Luna, como un científico se basa en sus experimentos, como un pintor en sus mezclas de colores, siempre me gustaron ambos ámbitos aunque me decanté y me decanto por el arte que irónicamente es lo más relativo e impredecible que hay, quizás si que haya algo eterno.
























viernes, 28 de junio de 2013

Pseudoreconciliación con el verso

Doy un paso, retrocedo, dudo y aseguro
abro la boca y enmudezco, me cohibo.
No he sido atrevida, he ido a lo seguro
debí ser más prudente con lo prohibido.

He hablado demasiado, no he dicho suficiente,
susurra y que el aire guarde tus palabras
pienso un sinsentido, me habré vuelto demente.

El pasado acecha cual verdugo inminente
y entre las sombras me camuflo con sigilo.
No huyo, pero no hallo nada permanente,
enloquezco y me sumo en mi propio delirio.

Realidad bipolar, relativa, burlona, efímera
cada elección, un camino con palos de ciego
pero me retracto si dije que es todo una quimera.












miércoles, 19 de junio de 2013

3 y 2

Imagina que una gota de pintura de óleo se desliza a lo largo del cuadro, el pincel ha cogido demasiada y ahora cae con parsimonia, en cada pequeño hundimiento de la textura del lienzo se para casi imperceptiblemente, pero ese momento, tan fugaz, se alarga, como si tu respiración fuese antigravitatoria. El tiempo no deja de correr por mucho que tenga esa sensación atemporal en la curva de tu cuello y hombro. No sé si te habrás dado cuenta pero cuando estamos así y me sonríes no puedo mirarte más de dos segundos que para mí son como dos minutos, no sé por qué, me vuelvo tímida de repente y tengo que esconder la cabeza en algún lado cual gato, igual es por la ingesta de tanto atún o porque llevo mucho tiempo en Madrid (chiste malo)...pero no creo. Me gusta cuando me sonríes de esa forma después de un beso. Igual es que si me quedara demasiado tiempo mirándote dejaría de ser especial, no lo sé. Otra vez esas tres palabras, me repito mucho, es curioso, repetir sin el re- no es nada, al igual que reiterar, no existe -petir o -iterar aunque sería -terar porque la i es secuestra por la e, sino parecería un nuevo cacharro hipster de Apple. Mi humor a casi las 5 de la mañana no es muy hábil, el cuello me duele demasiado, pero se me olvida si estas cerca, después, me pasa la factura agitándola como un mimo enfadado al que le han robado la voz, porque sino, no podría aguantar las ganas de gritar.

A veces me da la sensación de estar dando pinceladas como una loca con los ojos tapados cogiendo la pintura de enormes cubos, cargando mi pincel hasta que me cueste levantar el brazo y haciendo que la escupa bruscamente sobre el lienzo para después, observar como los goterones se realentizan ante el rozamiento que ofrece la textura tan sutil de la tela, vista a macro mucho más de la que aparenta, luego el tiempo se vuelve perezoso y te hago rabiar cuando estoy a tres milímetros de tí, pero antes de que se despierte ya me has hecho callar, sí, me sabes enmudecer, a veces quiero volver a hablar y no me acuerdo lo que estaba contando, la culpa la tienes tú. No lo entiendo, otra vez, tres palabras, pero cuando estoy contigo solo pienso solo dos, no tres. El tiempo se ha despertado, toca irse a casa, odias las despedidas, no hace falta que lo jures, a mi tampoco me gustan aunque te vaya a ver pronto, me da igual. Te giras y sonrío como una gilipollas, curioso, porque nunca lo haces cuando te vas pero siempre dibujo media sonrisa ante tu andar decidido, firme, pero que punki eres...

miércoles, 12 de junio de 2013

Inhalar y exhalar; Vivir y morir.

Porque somos así de raros, sin oxígeno nos morimos y con él también, es como una ironía, una puta burla macabra del destino, elijo vivir en cada instante que inhalo, siento como el oxígeno llena mis pulmones y luego como los oxida...después exhalo y siento como se me escapa la vida, poco a poco.

Si seguimos este razonamiento, reír a carcajadas es gravemente perjudicial para la salud, inhalamos mucho más aire del que necesitamos, nos ''quemamos'' más y fumar también mata, pero hay tantas cosas que matan...lo más curioso es que todo lo que mata es todo por lo que vale la pena vivir, nos engancha y nos vuelve adictos, es como si en el fondo quisiéramos matarnos, pero mejor lo breve y bueno que lo mucho y malo, porque veamos, el azúcar mata, el alcohol, la risa, la marihuana, la música alta, bueno, esto último no mata solo nos deja sordos...pero ¿el silencio? El silencio también mata, así que sí, los conciertos matan, el sexo mata, el sol, el tabaco, el atún, ¡¡el atún!! Pescado azul que si lo ingieres más de dos o tres veces a la semana puede ser perjudicial...vamos no me jodas, llevar una vida sana es una PUTA MIERDA, así, con mayúsculas, porque no lo hablo, LO GRITO, sisi las mayúsculas quiere decir eso ¿no lo sabías?

Así que yo opto por una vida llena de carcajadas, conciertos, azúcar, cosas verdes, chupitos de jäger con diéresis, mucho amor y por favor, que no falte el atún! He dicho.



lunes, 10 de junio de 2013

Retroego

Gota a gota, dosifica, una más y explota, una menos y se queda corto, acércate, observa como hace que el volumen aumente de forma descontrolada, salen unas burbujas incoloras, insípidas y hacen al líquido ascender, ejerciendo de nutriente en las moléculas haciéndolas multiplicarse, como si tuvieran miedo, pero físicamente esto es imposible pero ¿quién dijo que hablara de física? El puto alter ego, maldita etimología, jodidos extremos, ¿dónde esta el punto medio? Quien parece que le sobra, en realidad le suele faltar, coraza absurda e hipócrita engañará a quien simplemente mire y aunque lo hagan dos veces en realidad si no se paran a ver no observarán más allá de sus narices.

Instinto de supervivencia lo llaman, yo no debo tener mucho, de hecho no me imagino de anciana, no porque le tenga miedo, simplemente es una idea que no concibo, no sé por qué. Aunque nazcamos y muramos solos a veces, solo a veces no me siento sola, inconscientemente desconecto, sonriendo como una estúpida podría pasarme más tiempo del que me gustaría reconocer en esa curva entre tu cabeza y hombro, respirando cerca de tu cuello o oído y ensanchando mi sonrisa al verte estremecer por las cosquillas. Pero pensar en eso no va a dejar que deje de estar frustrada con el mundo, con la gente, aunque no me atrevo a tener dudas que de estar ahora en persona a mi lado si que harías que dejara de estar cabreada con el mundo, por un rato, hasta que te vayas.

El ''yo'' es uno de los temas más cuestionados de la humanidad, ¿pensará por eso la gente tanto? No creo. Ser considerada es un coñazo, esta sobrevalorado, pero creo que con unas pocas personas merece la pena, eso no quiere decir que no quita dejar de ser borde con quien se lo merece. Tenemos el don de la palabra para algo ¿no? Nada es blanco o negro, si el ego pasa de un extremo a otro, la forma de actuar a veces también, un punto intermedio entre no decir nada y decir más de la cuenta, me frustra quien calla, me frustra quien habla sin saber, me frustra el egoísmo, la hipocresía...me frustra estar frustrada y no poder hacer nada, solo me queda escribir, hacer fotos, intentar ser un borrego más del rebaño al que llamamos sociedad y perderme en tu mirada, aunque sea solo por un rato.


domingo, 9 de junio de 2013

Infinito

Cada elección que tomamos puede dar lugar a un destino u otro, se abre un abanico de posibilidades infinito, lo curioso es que no sabemos cuál es la decisión relevante que cambiará algo y cual no, simplemente lo podemos suponer, pero en el fondo no somos conscientes, por mucho que ciertos ''cuerdos'' piensen que tienen las riendas de su vida, en realidad vamos dando tumbos, te equivocas, caes, te levantas y vuelves a caer. Quiero creer que a la cuarta vez que se tropieza con la piedra no volvemos a caer, quiero creer hasta que hay personas que no caigan una segunda. Hoy estoy optimista.

Las dimensiones que percibimos a penas son tres, solo tres míseras y la cuarta ni siquiera lo hacemos como matemáticas no me entusiasman me resulta más lógica la cuarta dimensión según la física; el tiempo, el cual parece ir solo en una dirección, para adelante únicamente, sin embargo, en el nivel macroscópico no, ahí ya te metes en la teoría de cuerdas y nada son puntos sino mini filamentos en forma de lazo, porque claro, un punto solo podría moverse en tres dimensiones sin embargo estas cuerdas superguays podían en cuatro, en un espacio-temporal de incluso más de cuatro dimensiones.

La cosa es que percibimos, 3-4, pero en teoría hay muchísimas más dimensiones hasta venti algo, somos como los protagonistas de la alegoría de la caverna de Platón, probablemente si nos enseñaran el ''fuego de la sabiduría'' nos daríamos cuenta que lo que concebimos como realidad igual es solo las sombras que proyectan lo que esté al lado de ese fuego, quizás tachemos de loco a quien salió de la cueva, ¿quién es el loco, quien se queda encadenado mirando las sombras o quien sale a investigar? Resulta que incluso en pleno siglo XXI la alegoría de Platón sigue siendo aplicable, ya no se condena a muerte al que piensa diferente, pero sí se le juzga y critica, a veces parece increíble que ciertos sujetos vivan en el mismo planeta que otros.

Al fin y al cabo preguntarse las cosas no es bueno, los tontos son los más felices como quien dice, asi que no esta de más hacerse un poco los tontos de vez en cuando. He dicho.

martes, 28 de mayo de 2013

Azul y amarillo no es verde

Quiero sumergirme en la densidad de mil pigmentos, que embadurnen mi piel, notar su textura entre mis dedos, echar la cabeza hacia atrás escupiendo pintura en sus caras inexpresivas, vulgares, normales...cogeré mi gran lupa y dirigiré la luz para tí, quemémosles pues, hagamos arder los parámetros de una sociedad a la que llaman justa. No hablo de anarquías, no hablo de utopías, hablo de color, simple y llanamente, de ser no de tener que ser.

Respiro el humo de sus vidas, consumiéndose cual cigarrillo industrial, la ceniza acumulada representa el gris de sus vidas, aburrida, triste, áspera. Sopla el viento y desaparecen, suena el prender de una llama y son inmediatamente reemplazados. Yo son un piti de liar, me apago y enciendo a libre voluntad, tengo papeles de todos los colores, según el día, ¿el de hoy? El de hoy es morado anaranjado ay, pareado, pero si hay tres -ado ¿es tripleado? Curioso combinado.

La noche esta cerrada, oscura, carente de color ¿dónde están las auroras boreales cuando se necesitan? Dame un sí y te daré un quizás, parate a pensar y dime ¿qué es lo que quieres? Vaya pregunta más trascedental o más vanal, cada cual lo mire como quiera, tengo respuestas tolerantes, amplias, mi boca rara vez se queda seca. Quiero, quiero...¿ahora? Escribir, ¿no me ves? Que pregunta mas tonta...a la larga...pues son dos palabras, fáciles de adivinar, una bruja me advirtió que los deseos nunca han de ser contados, pero no insinuados, es algo que todos queremos, piensa pepito grillo, piensa, tú que lo sabes todo.

Quiero todo y nada, mucho y poco, reír y llorar, silencio y ruido. Sí, sabes que me gusta el ruido, porque el silencio es antinatural, otra utopía quizás no tan utópica, se puede fabricar, oye tu sangre fluir por las venas, palpitar, tus pulmones llenarse y tus vértebras rozarse al mínimo movimiento, puede entonces que seamos conscientes de la máquina casi perfecta que somos, casi, porque caduca. Pero no, no somos solo eso, tan solo es el pincel en la mano del pintor, el cuerpo un instrumento para expresar, congelar, plasmar y/o alterar un espacio sea cual fuere, lo sabes, lo sé, no te subestimes, dice pepito grillo.

sábado, 25 de mayo de 2013

Enloquece la normalidad

Horas o segundos, tortazo o beso, optimismo o pesimismo, no hay canción, no la hay, solo un silencio relativo y en frente mi ordenador, con sus mil carpetas desordenadas, como mi mente, como su dueña. Las teclas me miran tentadoras, suaves, cuadradas me incitan subliminalmente a que las pulse, no es un hobbie, es ya la necesidad de expresar algo, cualquier cosa, no encuentro la manera de mostrar lo que quiero, pero en realidad tampoco está claro el qué es o qué son. El negativo corre en blanco y el final cada vez esta un poco más cerca, pero pensar así sería ser demasiado pesimista y hoy no es un día gris, de madrugada no lo era y técnicamente ya era el día de hoy así que diré mejor que mi negativo no es blanco ni negro, simplemente es, capta todos los espectros de luz incluidos los que el ojo humano no puede ver, porque a veces, sin necesidad de verlo, siento luz ultravioleta o infrarroja, ¿sinestesia? No creo, aunque a veces si que pienso que soy un poco sinestésica, me parece curioso intentar ver sonidos o oír colores y muchas veces, de hecho, lo consigo sin pretenderlo, lo mejor es ver las reacciones de la gente cuando dices ''sabe a suave'' por ejemplo. Hay mentes que por más que lo intenten su imaginación no da más de sí y sinceramente siento verdadera pena por ellas. Pero mi película nadie la entiende, ni la directora misma, grabo neorrealismo italiano al más puro estilo Truffaut en la Noche Americana, guión abierto, pero lo que da miedo es cómo sin haber escrito una frase en el guión tu ya la has dicho previamente.

El problema son precisamente las limitaciones, si te emocionas y no pones ninguna empiezas a delirar y los delirios, vaya, todo el mundo tiene, pero quizás en un alto porcentaje puedan derivar en demencia, aunque sin un poco de locura la vida sería demasiado aburrida. Pero no me gusta la primera definición de locura en la rae, dícese de ''privación del juicio o del uso de razón''. No estoy de acuerdo. Sin embargo la tercera -en discordia- me convence un poco más; ''Acción que, por su carácter anómalo, causa sorpresa''. Sí, esa me gusta más, porque considero la locura como una forma de pensar fuera de lo normal y normal es una palabra que no me gusta, porque ¿a qué se le considera normal? Supuestamente es algo que se encuentra en su estado natural ¿no? Natural...en el comportamiento humano tenemos demasiado establecidas las reglas de lo que es natural y de lo que no, cuando, en realidad nosotros mismos hemos pautado esas mismas ''reglas de la normalidad''.

Una pizca de locura me parece sana, como el orégano a la pasta, la sal y limón al tequila, las sombras al dibujo, las almendras al chocolate, los filtros a la fotografía, la nata a las fresas, el bajo a una canción...es necesario sorprenderse, inventarse, reinventarse y volverse a inventar, creo que así se alcanza esa felicidad casi utópica, momentanea, en solo instantes de locura, fuera de lo que se conoce como ''normal'' ¿a que ya no es tan agradable esa palabra? Lo que frena a la felicidad es el miedo, miedo a lo desconocido, a que le de la luz a nuestra película individual y velarla, por eso, cuando mostramos alguna secuencia de nuestra vida a alguien no tiene porqué comprenderlo siempre y con comprender no me refiero a entenderlo lingüísticamente sino empáticamente y que alguien lo comprenda o no, no es siempre directamente proporcional al nivel de empatía que tenga cada persona, no, sino a si la persona sabe poner la luz adecuada detrás del negativo para ver bien las imagenes, tan solo hay que escoger bien la luz.

Las personas a las que había decidido llevar a un lugar suficientemente oscuro de mí para no velar el carrete no supieron escoger bien la luz que poner detrás del negativo, en realidad nadie lo sentirá igual que la persona que lo graba y dirige y digo sentir porque no es lo mismo que si solo digo ver, ver como verbo, se queda corto, muy corto, al fin y al cabo sentir lo engloba, pero se pueden llegar a hacer una idea más o menos acertada y eso no lo notas solo en lo que te digan sino en la forma de decirlo y la energía que desprenden al hacerlo. No necesito que me digas nada, eso es lo curioso, aunque desgraciadamente he dependido demasiado tiempo de las palabras y les he otorgado una importancia excesiva en el pasado, podría echar la culpa a segundas personas, pero en realidad quien se dejó convencer de darles ese significado, fui yo, así que la culpa en realidad es mía, si fue indirectamente o directamente, eso ya da igual. A veces con enseñarte un pequeño trozo de ese acetato de celulosa parece que te haces mas a la idea de lo que soy o he sido incluso que yo misma, parece que tengas más claro quién soy que incluso yo, quizás sea porque hayas escogido una luz poco adecuada aunque no tengo esa sensación, puede que estemos en la misma frecuencia pero en distintos tonos, quien sabe.

Alguna vez (más de las que quisiera reconocer) quiero dejar de existir y me pregunto quién me echaría de menos si me fuera y durante cuánto tiempo lo harían, ese nudo en la garganta y esa especie de conciencia que te dice que no vales nada, que resultas nociva para quien se acerca demasiado y otra vez el bajón, ¿de qué sirve? De nada. Absolutamente de nada. Sé que nunca podré decir que no me volverá a pasar porque no lo sé y estaría mintiendo, pero por ahora, a ratos, me da por perderme en tu frecuencia y tono, dejarme llevar y olvidarlo todo, envolviéndome en tu energía y nada más, ¿es una droga? Sí, claro que lo es, efectos; adicción y quizás hasta dependencia emocional. Pero ¿qué mas da? Carpe diem quam minium credula postero.











martes, 14 de mayo de 2013

La sombra de ella

Este dolor, no cesa, no para, desgarra sin piedad, lo vuelve todo ruido, le quita las ganas de vivir y claro que hay cosas peores, pero esta es una tortura sutil, que viene y va. Si ella pudiera cambiar algo no hubiera patinado ese día...hasta cuándo..? El frío lo acoge en su seno haciéndolo gritar hasta alcanzar frecuencias insoportables. Luego esta ella, un juguete roto de esos que suenan mientras pasan diapositivas de imágenes; no ha podido enseñar su melodía al mundo, lleno de pintura de mil tonos, de mil palabras sin guión, a punto de explotar...pero el soporte donde se colocan las pilas esta roto, estaba roto incluso antes de que pudiera funcionar.

Curioso quien le cree conocer, pero lo cierto es que nadie lo hace, ni ella misma, a veces la gente tiene más claro quien es o deja de ser que ella misma, no le parece tan incoherente visto así, pero lo es. Prescindible. Esa palabra se repite constantemente en su cabeza, susurrada al oído por ese humo negro que no se va, que siempre esta ahí, a veces se aleja para que pueda sonreir, pero nunca se va y cuando cree que lo hace y por fin se siente feliz aprovecha cualquier momento de soledad para hacer acto de presencia y recordar que no se ha ido, dirigiendo una media sonrisa torcida a la soledad que se muestra irónica y burlesca.

No deja que nadie se acerque demasiado, es como una planta carnívora que espera a que un mosquito se pose en su boca abierta, solo que ella en vez de cerrarla y devorar enloquece hasta el punto de que son los propios mosquitos los que se quieren quitar la vida. No es su intención, el fuego no tiene la culpa de que la gente se queme con sus llamas, no puede no quemar, intenta convencerla que no sea así, no habla tu idioma, no habla ningún lenguaje en realidad, no puedes intentar comunicarte con algo sordo, esto genera la segunda palabra más reiterada; impotencia.

Se dice que nunca se deja de crecer, nunca se deja de morir. Crece mientras mueres y probablemente cuando hayas crecido lo suficiente ya te hayas muerto, no, pero es demasiado pesimista pensar así, quizás ella sea de otro tipo de naturaleza, nada le parece ser como debería, es todo demasiado corrupto, materialista, egoísta, obsceno, injusto, interesado, frío, calculado. Ella mismamente no debería ser así, debería ser mejor y no puede decir que lo haya intentado todo porque estaría mintiendo, pero su circuito esta roto, no puede ponerle pilas, no sabe si siempre ha estado destruido o cuándo se rompió pero por eso se evade porque no puede con esa tristeza para consigo misma y el mundo y no quiere arrastrar a nadie al precipicio donde ella esta siempre al borde, quizás debería alejarse una temporada de quienes son importantes ahora para ella, quizás de una persona más concreto que otra.

Se acerca tormenta y eso lo sabe, pero puede durar días o meses hasta que sea capaz de alejar esa sombra, esa mancha negra, agujero espacial por el que se filtra el amor propio, puede que no haya hecho un acto de presencia como la última vez pero se vislumbra entre nubarrones y es injusto pero ella es viento, se deja llevar por la electricidad que provoca el choque de dos masas densas de vapor de agua...ahora observa con mirada gris el horizonte...su rostro se ilumina a la luz de un relámpago...quizás sea solo el día lo que le ha hecho pensar en la sombra. Luego piensa en el último abrazo que dio de verdad, hace menos de un día y parece que hay menos truenos, después hace acto de presencia una nube negra en el horizonte y con ella, el miedo, miedo de volver a casi enloquecer a alguien que le importa, piensa en la puta canción de los Beatles, where comes the sun...jamás pensó que  aunque sea por un momento no la pudiera soportar.

Inexplicablemente al final del día aparece un rayo de luz, ha podido ayudar a alguien que aprecia, ya no se siente tan despreciable, inútil y prescindible...no tanto. El miedo y autodesprecio se disipan un poco, de los ojos a la boca, saladas, siempre saladas, ya no se oyen truenos.




domingo, 12 de mayo de 2013

Ese satélite.

Deambula a sus anchas, pero nunca se va, siempre presente se siente atraído por el caos de un planeta al que pertenece, del que nace y se alimenta pero nunca muere, incluso cuando el planeta deje de ser real, seguirá existiendo junto a él, como una idea, un éter imaginario que solo habite en la mente de ciertas personas, en algún libro, cuadro quizás, en alguna fotografía anónima...existirá indirectamente.

El satélite observa paciente, en su centro tiene un enorme agujero negro, si alguna idea anda lo suficientemente cerca es succionada, arrastrada por el universo hacia otras dimensiones. Hay quien crea una galaxia alrededor del satélite y llega a otorgarle la categoría de planeta al mismo, craso error, ególatra y absurdo automisticismo. En excesos se crean eclipses de estupidez, el satélite se crece si el planeta le da de comer, tanto que puede llegar a tapar los pocos rayos de lucidez que ya de por sí recibe.
Embriagadas de ego, las células que componen al planeta se sumen en la oscuridad, su aura se tiñe de negro y sucumbe a un espejismo falso de si mismo, tan real que llega a ser brillante, el espejo refleja un rayo de luz negra que se torna de un morado fosforito, nunca se vió algo tan espectacular basado en tal innata ironía.

No hay blanco o negro, el todo o la ausencia del todo es impensable en nuestra naturaleza porque todos tenemos un satélite que completa nuestra esencia impura de por sí, perfecta en la imperfección.
A veces un rayo procedente de un espejo imaginario tan bien creado que ha cobrado forma físicamente nos ciega momentáneamente, a veces ese momento es el conjunto de momentos de años o solo meses, por eso hay que usar gafas, no es oro todo lo que reluce, pero sí reluce todo lo que es oro, como una sonrisa sin gato, jamás habrás visto tal cosa, pero sí un gato con sonrisa, aunque sea poco común.

Los satélites, son lo que son, no hay que darle mas importancia de la que tienen, ni creer que son mas grandes de la cuenta, mira por el conjunto de lentes pesadas y cuidadosamente calibradas que conforman un telescopio y haz como el satélite, observa la magnitud del universo y lo pequeños que somos, la cantidad de planetas que hay con su satélite correspondiente y no, no estaba hablando de astrología.

jueves, 9 de mayo de 2013

Cerca, muy cerca...

...tanto que oiga con completa claridad el sonido de tu respiración, tanto que sienta tus miedos y tus aspiraciones como si los soplaras en un susurro sin ondas, tanto que huela tu ser, el perfume único e individual, intransferible de cada persona, en este caso tú. Me gusta. Dos compases definidos con blancas a ratos y semicorcheas a otros, el sonido de tu respiración, el metrónomo, con las blancas se oye menos, como si te rozase una pluma, fina y suave, tu espina dorsal se estremece a su tacto, como si de verdad existiera ese simple roce, aunque en irrealmente si que existe.
Corcheas en un 2x2 pero con la cercanía se puede llegar a transformar en un 4x16, la clave de fa es testigo de ello y sus dos puntos los ojos que lo afirman.

Mis sentidos se acentúan tanto que ahora voy en el bus oliendo el olor a menta del chicle de la hija de puta que no para de puto mascar como una niña pequeña repelente en el asiento de atrás, me cambio de sitio, mierda, explota el globo de chicle, ¿me está vacilando? Instintos asesinos en 3, 2...pero volveré a lo que decía...el sonido se vuelve molesto cuando estoy a tu lado, pero si estas lo suficientemente cerca me vuelvo sorda y parece un pentagrama mudo que grita en mi interior con una melodía indescriptible, pero desaparece cuando tu te alejas, cuando el momento se acerca siento como las siete líneas van desapareciendo una a una, desintegrándose. Hay veces que se esfuman de golpe haciendo que no sepa donde estoy, pestañeo y dos bip bip después estoy sola. Valientes despedidas nada intimidadas, siempre fugaces ya que provocan un giro temporal, el tiempo se revela contra el espacio y el reloj se chiva al mismo haciéndole correr hasta alcanzar al espacio y andar a la par, el espacio no dice nada, mudo como siempre, ya le ajustará las cuentas...

miércoles, 8 de mayo de 2013

Que caen judías

Buenas madrugadas buhíles, por fin me animo a hacerme un blog por y para ralladas varias. Empezaré por el principio, la infancia. Todos la hemos tenido con sus traumas incluídos, a quien no le haya afectado la muerte de Mufasa NO ha tenido puta infancia y quien cace ciervos después de ver Bambi tampoco, he dicho.Cero preocupaciones y responsabilidades, te mirabas al espejo y poniéndote de puntillas intentabas imaginar cómo serías de mayor, si heredarías la calvicie de tu padre o la pechonalidad de tu madre, resulta que al final, ninguna de dos. Tu existencia se basaba en conseguir el último cromo para completar el álbum pokémon, en que tu peonza fuese la que más rápido girara, en ganar más tazos, canicas o gogos, en ser la que más tiempo aguantara saltando a la comba o no ser la única que se hostiase con la goma de los cojones estirable.

Pero yo era muy curiosa, bueno, como ahora pero a lo bestia, claro, que empezando el día con el puto acosador de Marco con su pobre mono buscando a su madre, que nunca encontraba, pues así he salido, ahora que yo creo que la madre huía del crío por plasta o porque tuviera un trastorno psicológico chungo y se creyera que ella era su madre cuando no, por eso huía, porque vamos a ver, es q le ignoraba, nunca sabré si le encontró, que depresión oiga. La forma en la que te hacían dormir cantándote una canción sobre la versión light de Freddy Krueger llamado ''coco'' que si no te duermes te comerá, ¿hola? ¿Y así nos pretendían hacer dormir? Chantage emocional desde micos...así no, ASÍ NO, aunque más de una vez he pensado en cómo sería al revés; (8) duermete mami, duermete ya, que viene el coco y...(8) Te va a hipotecar la casa, te va a bloquear la cuenta del banco y va a subir el precio del pan.

Pero a ver ¿quién no ha metido los dedos en el enfuche? ¿Quién no ha confundido a su madre con otra señora? ¿Quién no ha pegado un moco debajo de la mesa? ¿Quién no ha sonreído delante de un espejo cuando se le acababa de caer un diente para ver como quedaba el ''agujero''? ¿Quién no se ha puesto los conos o anillos de patatas en los dedos para después comérselos? Tantos recuerdos, tantas hostias y de todas te levantabas con una sonrisa, al menos yo, que debía ser gilipollas o masoquista pero es una buena filosofía de vida, aprendíamos a valorar las cosas más absurdas como el plasti de cor de color carne, mi tessssooorooo.
La comunicación no estaba basada en wasap ni putosmóviles de última generación, te bastaban con un par de yogures conectados con un cable. No hacía falta internet ni tv para entretenerte, con hacer a tu dedo índice y anular andar/patinar/saltar bastaba, o con un plástico de globitos podías estar toda la tarde rebentando pompas, para desesperación de tu madre/hermano/niñera. Se te abrió un mundo cuando descubriste los peta zetas. Con cien pesetas eras millonaria y te pesaba tener que poner las de 25 al final de la cuerda de la peonza, pero era de vital importancia.

Por no hablar de las cutreflautas de plástico que nos hacían tocar en el colegio...quien tenia una de madera era el king y quien tenía la de plástico blanco era el cutre, porque como todos bien sabemos, esas venian sin ''esponja'' al final del palo y sonaban peor, si es que hasta jerarquías desde pequeños...
Y no hablemos de las actividades extraescolares, pintura, inglés, gimnasia deportiva, teatro, atletismo, patinaje...¿se puede explotar más aun a una niña pequeña? Pero aun así llegabas a casa destroyer total ¿y te ibas a la cama? Ni de coña, ibas al sofá a ver los capítulos grabados de dragon ball que habían grabado tus hermanos mayores para que no lo vieras y te pusieras agresiva intentando luchar con ellos, ilusos...y bueno, fijo que hay muchisísimas cosas más, pero ya me he cansado así que jodanse, bueno, lo importante es nunca dejar atrás esa parte de niñez, ya que es, a veces, la chispa que prende la ilusión en la vida.