martes, 28 de mayo de 2013

Azul y amarillo no es verde

Quiero sumergirme en la densidad de mil pigmentos, que embadurnen mi piel, notar su textura entre mis dedos, echar la cabeza hacia atrás escupiendo pintura en sus caras inexpresivas, vulgares, normales...cogeré mi gran lupa y dirigiré la luz para tí, quemémosles pues, hagamos arder los parámetros de una sociedad a la que llaman justa. No hablo de anarquías, no hablo de utopías, hablo de color, simple y llanamente, de ser no de tener que ser.

Respiro el humo de sus vidas, consumiéndose cual cigarrillo industrial, la ceniza acumulada representa el gris de sus vidas, aburrida, triste, áspera. Sopla el viento y desaparecen, suena el prender de una llama y son inmediatamente reemplazados. Yo son un piti de liar, me apago y enciendo a libre voluntad, tengo papeles de todos los colores, según el día, ¿el de hoy? El de hoy es morado anaranjado ay, pareado, pero si hay tres -ado ¿es tripleado? Curioso combinado.

La noche esta cerrada, oscura, carente de color ¿dónde están las auroras boreales cuando se necesitan? Dame un sí y te daré un quizás, parate a pensar y dime ¿qué es lo que quieres? Vaya pregunta más trascedental o más vanal, cada cual lo mire como quiera, tengo respuestas tolerantes, amplias, mi boca rara vez se queda seca. Quiero, quiero...¿ahora? Escribir, ¿no me ves? Que pregunta mas tonta...a la larga...pues son dos palabras, fáciles de adivinar, una bruja me advirtió que los deseos nunca han de ser contados, pero no insinuados, es algo que todos queremos, piensa pepito grillo, piensa, tú que lo sabes todo.

Quiero todo y nada, mucho y poco, reír y llorar, silencio y ruido. Sí, sabes que me gusta el ruido, porque el silencio es antinatural, otra utopía quizás no tan utópica, se puede fabricar, oye tu sangre fluir por las venas, palpitar, tus pulmones llenarse y tus vértebras rozarse al mínimo movimiento, puede entonces que seamos conscientes de la máquina casi perfecta que somos, casi, porque caduca. Pero no, no somos solo eso, tan solo es el pincel en la mano del pintor, el cuerpo un instrumento para expresar, congelar, plasmar y/o alterar un espacio sea cual fuere, lo sabes, lo sé, no te subestimes, dice pepito grillo.

sábado, 25 de mayo de 2013

Enloquece la normalidad

Horas o segundos, tortazo o beso, optimismo o pesimismo, no hay canción, no la hay, solo un silencio relativo y en frente mi ordenador, con sus mil carpetas desordenadas, como mi mente, como su dueña. Las teclas me miran tentadoras, suaves, cuadradas me incitan subliminalmente a que las pulse, no es un hobbie, es ya la necesidad de expresar algo, cualquier cosa, no encuentro la manera de mostrar lo que quiero, pero en realidad tampoco está claro el qué es o qué son. El negativo corre en blanco y el final cada vez esta un poco más cerca, pero pensar así sería ser demasiado pesimista y hoy no es un día gris, de madrugada no lo era y técnicamente ya era el día de hoy así que diré mejor que mi negativo no es blanco ni negro, simplemente es, capta todos los espectros de luz incluidos los que el ojo humano no puede ver, porque a veces, sin necesidad de verlo, siento luz ultravioleta o infrarroja, ¿sinestesia? No creo, aunque a veces si que pienso que soy un poco sinestésica, me parece curioso intentar ver sonidos o oír colores y muchas veces, de hecho, lo consigo sin pretenderlo, lo mejor es ver las reacciones de la gente cuando dices ''sabe a suave'' por ejemplo. Hay mentes que por más que lo intenten su imaginación no da más de sí y sinceramente siento verdadera pena por ellas. Pero mi película nadie la entiende, ni la directora misma, grabo neorrealismo italiano al más puro estilo Truffaut en la Noche Americana, guión abierto, pero lo que da miedo es cómo sin haber escrito una frase en el guión tu ya la has dicho previamente.

El problema son precisamente las limitaciones, si te emocionas y no pones ninguna empiezas a delirar y los delirios, vaya, todo el mundo tiene, pero quizás en un alto porcentaje puedan derivar en demencia, aunque sin un poco de locura la vida sería demasiado aburrida. Pero no me gusta la primera definición de locura en la rae, dícese de ''privación del juicio o del uso de razón''. No estoy de acuerdo. Sin embargo la tercera -en discordia- me convence un poco más; ''Acción que, por su carácter anómalo, causa sorpresa''. Sí, esa me gusta más, porque considero la locura como una forma de pensar fuera de lo normal y normal es una palabra que no me gusta, porque ¿a qué se le considera normal? Supuestamente es algo que se encuentra en su estado natural ¿no? Natural...en el comportamiento humano tenemos demasiado establecidas las reglas de lo que es natural y de lo que no, cuando, en realidad nosotros mismos hemos pautado esas mismas ''reglas de la normalidad''.

Una pizca de locura me parece sana, como el orégano a la pasta, la sal y limón al tequila, las sombras al dibujo, las almendras al chocolate, los filtros a la fotografía, la nata a las fresas, el bajo a una canción...es necesario sorprenderse, inventarse, reinventarse y volverse a inventar, creo que así se alcanza esa felicidad casi utópica, momentanea, en solo instantes de locura, fuera de lo que se conoce como ''normal'' ¿a que ya no es tan agradable esa palabra? Lo que frena a la felicidad es el miedo, miedo a lo desconocido, a que le de la luz a nuestra película individual y velarla, por eso, cuando mostramos alguna secuencia de nuestra vida a alguien no tiene porqué comprenderlo siempre y con comprender no me refiero a entenderlo lingüísticamente sino empáticamente y que alguien lo comprenda o no, no es siempre directamente proporcional al nivel de empatía que tenga cada persona, no, sino a si la persona sabe poner la luz adecuada detrás del negativo para ver bien las imagenes, tan solo hay que escoger bien la luz.

Las personas a las que había decidido llevar a un lugar suficientemente oscuro de mí para no velar el carrete no supieron escoger bien la luz que poner detrás del negativo, en realidad nadie lo sentirá igual que la persona que lo graba y dirige y digo sentir porque no es lo mismo que si solo digo ver, ver como verbo, se queda corto, muy corto, al fin y al cabo sentir lo engloba, pero se pueden llegar a hacer una idea más o menos acertada y eso no lo notas solo en lo que te digan sino en la forma de decirlo y la energía que desprenden al hacerlo. No necesito que me digas nada, eso es lo curioso, aunque desgraciadamente he dependido demasiado tiempo de las palabras y les he otorgado una importancia excesiva en el pasado, podría echar la culpa a segundas personas, pero en realidad quien se dejó convencer de darles ese significado, fui yo, así que la culpa en realidad es mía, si fue indirectamente o directamente, eso ya da igual. A veces con enseñarte un pequeño trozo de ese acetato de celulosa parece que te haces mas a la idea de lo que soy o he sido incluso que yo misma, parece que tengas más claro quién soy que incluso yo, quizás sea porque hayas escogido una luz poco adecuada aunque no tengo esa sensación, puede que estemos en la misma frecuencia pero en distintos tonos, quien sabe.

Alguna vez (más de las que quisiera reconocer) quiero dejar de existir y me pregunto quién me echaría de menos si me fuera y durante cuánto tiempo lo harían, ese nudo en la garganta y esa especie de conciencia que te dice que no vales nada, que resultas nociva para quien se acerca demasiado y otra vez el bajón, ¿de qué sirve? De nada. Absolutamente de nada. Sé que nunca podré decir que no me volverá a pasar porque no lo sé y estaría mintiendo, pero por ahora, a ratos, me da por perderme en tu frecuencia y tono, dejarme llevar y olvidarlo todo, envolviéndome en tu energía y nada más, ¿es una droga? Sí, claro que lo es, efectos; adicción y quizás hasta dependencia emocional. Pero ¿qué mas da? Carpe diem quam minium credula postero.











martes, 14 de mayo de 2013

La sombra de ella

Este dolor, no cesa, no para, desgarra sin piedad, lo vuelve todo ruido, le quita las ganas de vivir y claro que hay cosas peores, pero esta es una tortura sutil, que viene y va. Si ella pudiera cambiar algo no hubiera patinado ese día...hasta cuándo..? El frío lo acoge en su seno haciéndolo gritar hasta alcanzar frecuencias insoportables. Luego esta ella, un juguete roto de esos que suenan mientras pasan diapositivas de imágenes; no ha podido enseñar su melodía al mundo, lleno de pintura de mil tonos, de mil palabras sin guión, a punto de explotar...pero el soporte donde se colocan las pilas esta roto, estaba roto incluso antes de que pudiera funcionar.

Curioso quien le cree conocer, pero lo cierto es que nadie lo hace, ni ella misma, a veces la gente tiene más claro quien es o deja de ser que ella misma, no le parece tan incoherente visto así, pero lo es. Prescindible. Esa palabra se repite constantemente en su cabeza, susurrada al oído por ese humo negro que no se va, que siempre esta ahí, a veces se aleja para que pueda sonreir, pero nunca se va y cuando cree que lo hace y por fin se siente feliz aprovecha cualquier momento de soledad para hacer acto de presencia y recordar que no se ha ido, dirigiendo una media sonrisa torcida a la soledad que se muestra irónica y burlesca.

No deja que nadie se acerque demasiado, es como una planta carnívora que espera a que un mosquito se pose en su boca abierta, solo que ella en vez de cerrarla y devorar enloquece hasta el punto de que son los propios mosquitos los que se quieren quitar la vida. No es su intención, el fuego no tiene la culpa de que la gente se queme con sus llamas, no puede no quemar, intenta convencerla que no sea así, no habla tu idioma, no habla ningún lenguaje en realidad, no puedes intentar comunicarte con algo sordo, esto genera la segunda palabra más reiterada; impotencia.

Se dice que nunca se deja de crecer, nunca se deja de morir. Crece mientras mueres y probablemente cuando hayas crecido lo suficiente ya te hayas muerto, no, pero es demasiado pesimista pensar así, quizás ella sea de otro tipo de naturaleza, nada le parece ser como debería, es todo demasiado corrupto, materialista, egoísta, obsceno, injusto, interesado, frío, calculado. Ella mismamente no debería ser así, debería ser mejor y no puede decir que lo haya intentado todo porque estaría mintiendo, pero su circuito esta roto, no puede ponerle pilas, no sabe si siempre ha estado destruido o cuándo se rompió pero por eso se evade porque no puede con esa tristeza para consigo misma y el mundo y no quiere arrastrar a nadie al precipicio donde ella esta siempre al borde, quizás debería alejarse una temporada de quienes son importantes ahora para ella, quizás de una persona más concreto que otra.

Se acerca tormenta y eso lo sabe, pero puede durar días o meses hasta que sea capaz de alejar esa sombra, esa mancha negra, agujero espacial por el que se filtra el amor propio, puede que no haya hecho un acto de presencia como la última vez pero se vislumbra entre nubarrones y es injusto pero ella es viento, se deja llevar por la electricidad que provoca el choque de dos masas densas de vapor de agua...ahora observa con mirada gris el horizonte...su rostro se ilumina a la luz de un relámpago...quizás sea solo el día lo que le ha hecho pensar en la sombra. Luego piensa en el último abrazo que dio de verdad, hace menos de un día y parece que hay menos truenos, después hace acto de presencia una nube negra en el horizonte y con ella, el miedo, miedo de volver a casi enloquecer a alguien que le importa, piensa en la puta canción de los Beatles, where comes the sun...jamás pensó que  aunque sea por un momento no la pudiera soportar.

Inexplicablemente al final del día aparece un rayo de luz, ha podido ayudar a alguien que aprecia, ya no se siente tan despreciable, inútil y prescindible...no tanto. El miedo y autodesprecio se disipan un poco, de los ojos a la boca, saladas, siempre saladas, ya no se oyen truenos.




domingo, 12 de mayo de 2013

Ese satélite.

Deambula a sus anchas, pero nunca se va, siempre presente se siente atraído por el caos de un planeta al que pertenece, del que nace y se alimenta pero nunca muere, incluso cuando el planeta deje de ser real, seguirá existiendo junto a él, como una idea, un éter imaginario que solo habite en la mente de ciertas personas, en algún libro, cuadro quizás, en alguna fotografía anónima...existirá indirectamente.

El satélite observa paciente, en su centro tiene un enorme agujero negro, si alguna idea anda lo suficientemente cerca es succionada, arrastrada por el universo hacia otras dimensiones. Hay quien crea una galaxia alrededor del satélite y llega a otorgarle la categoría de planeta al mismo, craso error, ególatra y absurdo automisticismo. En excesos se crean eclipses de estupidez, el satélite se crece si el planeta le da de comer, tanto que puede llegar a tapar los pocos rayos de lucidez que ya de por sí recibe.
Embriagadas de ego, las células que componen al planeta se sumen en la oscuridad, su aura se tiñe de negro y sucumbe a un espejismo falso de si mismo, tan real que llega a ser brillante, el espejo refleja un rayo de luz negra que se torna de un morado fosforito, nunca se vió algo tan espectacular basado en tal innata ironía.

No hay blanco o negro, el todo o la ausencia del todo es impensable en nuestra naturaleza porque todos tenemos un satélite que completa nuestra esencia impura de por sí, perfecta en la imperfección.
A veces un rayo procedente de un espejo imaginario tan bien creado que ha cobrado forma físicamente nos ciega momentáneamente, a veces ese momento es el conjunto de momentos de años o solo meses, por eso hay que usar gafas, no es oro todo lo que reluce, pero sí reluce todo lo que es oro, como una sonrisa sin gato, jamás habrás visto tal cosa, pero sí un gato con sonrisa, aunque sea poco común.

Los satélites, son lo que son, no hay que darle mas importancia de la que tienen, ni creer que son mas grandes de la cuenta, mira por el conjunto de lentes pesadas y cuidadosamente calibradas que conforman un telescopio y haz como el satélite, observa la magnitud del universo y lo pequeños que somos, la cantidad de planetas que hay con su satélite correspondiente y no, no estaba hablando de astrología.

jueves, 9 de mayo de 2013

Cerca, muy cerca...

...tanto que oiga con completa claridad el sonido de tu respiración, tanto que sienta tus miedos y tus aspiraciones como si los soplaras en un susurro sin ondas, tanto que huela tu ser, el perfume único e individual, intransferible de cada persona, en este caso tú. Me gusta. Dos compases definidos con blancas a ratos y semicorcheas a otros, el sonido de tu respiración, el metrónomo, con las blancas se oye menos, como si te rozase una pluma, fina y suave, tu espina dorsal se estremece a su tacto, como si de verdad existiera ese simple roce, aunque en irrealmente si que existe.
Corcheas en un 2x2 pero con la cercanía se puede llegar a transformar en un 4x16, la clave de fa es testigo de ello y sus dos puntos los ojos que lo afirman.

Mis sentidos se acentúan tanto que ahora voy en el bus oliendo el olor a menta del chicle de la hija de puta que no para de puto mascar como una niña pequeña repelente en el asiento de atrás, me cambio de sitio, mierda, explota el globo de chicle, ¿me está vacilando? Instintos asesinos en 3, 2...pero volveré a lo que decía...el sonido se vuelve molesto cuando estoy a tu lado, pero si estas lo suficientemente cerca me vuelvo sorda y parece un pentagrama mudo que grita en mi interior con una melodía indescriptible, pero desaparece cuando tu te alejas, cuando el momento se acerca siento como las siete líneas van desapareciendo una a una, desintegrándose. Hay veces que se esfuman de golpe haciendo que no sepa donde estoy, pestañeo y dos bip bip después estoy sola. Valientes despedidas nada intimidadas, siempre fugaces ya que provocan un giro temporal, el tiempo se revela contra el espacio y el reloj se chiva al mismo haciéndole correr hasta alcanzar al espacio y andar a la par, el espacio no dice nada, mudo como siempre, ya le ajustará las cuentas...

miércoles, 8 de mayo de 2013

Que caen judías

Buenas madrugadas buhíles, por fin me animo a hacerme un blog por y para ralladas varias. Empezaré por el principio, la infancia. Todos la hemos tenido con sus traumas incluídos, a quien no le haya afectado la muerte de Mufasa NO ha tenido puta infancia y quien cace ciervos después de ver Bambi tampoco, he dicho.Cero preocupaciones y responsabilidades, te mirabas al espejo y poniéndote de puntillas intentabas imaginar cómo serías de mayor, si heredarías la calvicie de tu padre o la pechonalidad de tu madre, resulta que al final, ninguna de dos. Tu existencia se basaba en conseguir el último cromo para completar el álbum pokémon, en que tu peonza fuese la que más rápido girara, en ganar más tazos, canicas o gogos, en ser la que más tiempo aguantara saltando a la comba o no ser la única que se hostiase con la goma de los cojones estirable.

Pero yo era muy curiosa, bueno, como ahora pero a lo bestia, claro, que empezando el día con el puto acosador de Marco con su pobre mono buscando a su madre, que nunca encontraba, pues así he salido, ahora que yo creo que la madre huía del crío por plasta o porque tuviera un trastorno psicológico chungo y se creyera que ella era su madre cuando no, por eso huía, porque vamos a ver, es q le ignoraba, nunca sabré si le encontró, que depresión oiga. La forma en la que te hacían dormir cantándote una canción sobre la versión light de Freddy Krueger llamado ''coco'' que si no te duermes te comerá, ¿hola? ¿Y así nos pretendían hacer dormir? Chantage emocional desde micos...así no, ASÍ NO, aunque más de una vez he pensado en cómo sería al revés; (8) duermete mami, duermete ya, que viene el coco y...(8) Te va a hipotecar la casa, te va a bloquear la cuenta del banco y va a subir el precio del pan.

Pero a ver ¿quién no ha metido los dedos en el enfuche? ¿Quién no ha confundido a su madre con otra señora? ¿Quién no ha pegado un moco debajo de la mesa? ¿Quién no ha sonreído delante de un espejo cuando se le acababa de caer un diente para ver como quedaba el ''agujero''? ¿Quién no se ha puesto los conos o anillos de patatas en los dedos para después comérselos? Tantos recuerdos, tantas hostias y de todas te levantabas con una sonrisa, al menos yo, que debía ser gilipollas o masoquista pero es una buena filosofía de vida, aprendíamos a valorar las cosas más absurdas como el plasti de cor de color carne, mi tessssooorooo.
La comunicación no estaba basada en wasap ni putosmóviles de última generación, te bastaban con un par de yogures conectados con un cable. No hacía falta internet ni tv para entretenerte, con hacer a tu dedo índice y anular andar/patinar/saltar bastaba, o con un plástico de globitos podías estar toda la tarde rebentando pompas, para desesperación de tu madre/hermano/niñera. Se te abrió un mundo cuando descubriste los peta zetas. Con cien pesetas eras millonaria y te pesaba tener que poner las de 25 al final de la cuerda de la peonza, pero era de vital importancia.

Por no hablar de las cutreflautas de plástico que nos hacían tocar en el colegio...quien tenia una de madera era el king y quien tenía la de plástico blanco era el cutre, porque como todos bien sabemos, esas venian sin ''esponja'' al final del palo y sonaban peor, si es que hasta jerarquías desde pequeños...
Y no hablemos de las actividades extraescolares, pintura, inglés, gimnasia deportiva, teatro, atletismo, patinaje...¿se puede explotar más aun a una niña pequeña? Pero aun así llegabas a casa destroyer total ¿y te ibas a la cama? Ni de coña, ibas al sofá a ver los capítulos grabados de dragon ball que habían grabado tus hermanos mayores para que no lo vieras y te pusieras agresiva intentando luchar con ellos, ilusos...y bueno, fijo que hay muchisísimas cosas más, pero ya me he cansado así que jodanse, bueno, lo importante es nunca dejar atrás esa parte de niñez, ya que es, a veces, la chispa que prende la ilusión en la vida.