Buenas madrugadas buhíles, por fin me animo a hacerme un blog por y para ralladas varias. Empezaré por el principio, la infancia. Todos la hemos tenido con sus traumas incluídos, a quien no le haya afectado la muerte de Mufasa NO ha tenido puta infancia y quien cace ciervos después de ver Bambi tampoco, he dicho.Cero preocupaciones y responsabilidades, te mirabas al espejo y poniéndote de puntillas intentabas imaginar cómo serías de mayor, si heredarías la calvicie de tu padre o la pechonalidad de tu madre, resulta que al final, ninguna de dos. Tu existencia se basaba en conseguir el último cromo para completar el álbum pokémon, en que tu peonza fuese la que más rápido girara, en ganar más tazos, canicas o gogos, en ser la que más tiempo aguantara saltando a la comba o no ser la única que se hostiase con la goma de los cojones estirable.
Pero yo era muy curiosa, bueno, como ahora pero a lo bestia, claro, que empezando el día con el puto acosador de Marco con su pobre mono buscando a su madre, que nunca encontraba, pues así he salido, ahora que yo creo que la madre huía del crío por plasta o porque tuviera un trastorno psicológico chungo y se creyera que ella era su madre cuando no, por eso huía, porque vamos a ver, es q le ignoraba, nunca sabré si le encontró, que depresión oiga. La forma en la que te hacían dormir cantándote una canción sobre la versión light de Freddy Krueger llamado ''coco'' que si no te duermes te comerá, ¿hola? ¿Y así nos pretendían hacer dormir? Chantage emocional desde micos...así no, ASÍ NO, aunque más de una vez he pensado en cómo sería al revés; (8) duermete mami, duermete ya, que viene el coco y...(8) Te va a hipotecar la casa, te va a bloquear la cuenta del banco y va a subir el precio del pan.
Pero a ver ¿quién no ha metido los dedos en el enfuche? ¿Quién no ha confundido a su madre con otra señora? ¿Quién no ha pegado un moco debajo de la mesa? ¿Quién no ha sonreído delante de un espejo cuando se le acababa de caer un diente para ver como quedaba el ''agujero''? ¿Quién no se ha puesto los conos o anillos de patatas en los dedos para después comérselos? Tantos recuerdos, tantas hostias y de todas te levantabas con una sonrisa, al menos yo, que debía ser gilipollas o masoquista pero es una buena filosofía de vida, aprendíamos a valorar las cosas más absurdas como el plasti de cor de color carne, mi tessssooorooo.
La comunicación no estaba basada en wasap ni putosmóviles de última generación, te bastaban con un par de yogures conectados con un cable. No hacía falta internet ni tv para entretenerte, con hacer a tu dedo índice y anular andar/patinar/saltar bastaba, o con un plástico de globitos podías estar toda la tarde rebentando pompas, para desesperación de tu madre/hermano/niñera. Se te abrió un mundo cuando descubriste los peta zetas. Con cien pesetas eras millonaria y te pesaba tener que poner las de 25 al final de la cuerda de la peonza, pero era de vital importancia.
Por no hablar de las cutreflautas de plástico que nos hacían tocar en el colegio...quien tenia una de madera era el king y quien tenía la de plástico blanco era el cutre, porque como todos bien sabemos, esas venian sin ''esponja'' al final del palo y sonaban peor, si es que hasta jerarquías desde pequeños...
Y no hablemos de las actividades extraescolares, pintura, inglés, gimnasia deportiva, teatro, atletismo, patinaje...¿se puede explotar más aun a una niña pequeña? Pero aun así llegabas a casa destroyer total ¿y te ibas a la cama? Ni de coña, ibas al sofá a ver los capítulos grabados de dragon ball que habían grabado tus hermanos mayores para que no lo vieras y te pusieras agresiva intentando luchar con ellos, ilusos...y bueno, fijo que hay muchisísimas cosas más, pero ya me he cansado así que jodanse, bueno, lo importante es nunca dejar atrás esa parte de niñez, ya que es, a veces, la chispa que prende la ilusión en la vida.
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