Devoro con la vista palabras en tinta, ecos interminables,
ansío un desenlace inequívoco pero renuncio a un final.
Saboreo hechos imaginarios, historias reales.
Escucho, siento y alcanzo a ver la voz
tonos y sonidos son, juntos mundos infinitos
dibujados en aire o celulosa, chispa de la vida.
El papel los hace inmortales, el sonido fugaz
distinto encanto, siempre complementarios.
Oda a lo que nos hace humanos, peculiares, antinaturales
pues no es natural cuestionar sino simplemente actuar;
nacer, crecer, reproducirse y morir; peón inherente.
Somos torres y alfiles jugando en el mismo ajedrez biológico
solo halla la perspectiva para adoptar el papel reina.
Raros nos llaman, locos, antisociales, revolucionarios
no importa, grítalo con afonía hasta nada, solo grita.
Falsa felicidad basada en la mas profunda ignorancia
tengo hambre de saber, preguntar, debatir, leer, escuchar
nueva evasión retórica con tacto a hierba y arena sin pisar.
Inéditos mundos etéreos recónditos, ocultos con recelo
esperan pacientemente en el silencio de la oscuridad
no aguardan a ser descubiertos, solo se hallan presentes.
Su existencia se basa en la nada y en absolutamente todo
ocasionan escalofríos, medias sonrisas o hasta alteran vidas.
Depende de las decisiones, abrasadas por un sol irracional
sus sombras alargadas acechan la cordura, ¡estúpida infame!
Esa desconocida tan conocida, incrédula y despistada.
ansío un desenlace inequívoco pero renuncio a un final.
Saboreo hechos imaginarios, historias reales.
Escucho, siento y alcanzo a ver la voz
tonos y sonidos son, juntos mundos infinitos
dibujados en aire o celulosa, chispa de la vida.
El papel los hace inmortales, el sonido fugaz
distinto encanto, siempre complementarios.
Oda a lo que nos hace humanos, peculiares, antinaturales
pues no es natural cuestionar sino simplemente actuar;
nacer, crecer, reproducirse y morir; peón inherente.
Somos torres y alfiles jugando en el mismo ajedrez biológico
solo halla la perspectiva para adoptar el papel reina.
Raros nos llaman, locos, antisociales, revolucionarios
no importa, grítalo con afonía hasta nada, solo grita.
Falsa felicidad basada en la mas profunda ignorancia
tengo hambre de saber, preguntar, debatir, leer, escuchar
nueva evasión retórica con tacto a hierba y arena sin pisar.
Inéditos mundos etéreos recónditos, ocultos con recelo
esperan pacientemente en el silencio de la oscuridad
no aguardan a ser descubiertos, solo se hallan presentes.
Su existencia se basa en la nada y en absolutamente todo
ocasionan escalofríos, medias sonrisas o hasta alteran vidas.
Depende de las decisiones, abrasadas por un sol irracional
sus sombras alargadas acechan la cordura, ¡estúpida infame!
Esa desconocida tan conocida, incrédula y despistada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario